Criar no es solo guiar, enseñar o proteger. Criar también es afinar la escucha. Una escucha que no se limita a las palabras, sino que se abre al gesto, al silencio, a lo que el cuerpo y el comportamiento expresan cuando el lenguaje aún no alcanza.
En consulta, muchas veces nos encontramos con madres y padres que dudan acerca de si lo están haciendo bien. O si su hijo es “demasiado sensible”, “demasiado callado”, “demasiado inquieto”. La pregunta, sin embargo, rara vez es:
¿Cómo se está sintiendo mi hijo en su mundo interior?
Nuestra experiencia y formación investigativa, nos permite ver con más claridad algo que muchas veces se escapa:
👉🏼 El bienestar emocional de los niños está profundamente vinculado al tipo de vínculo que construimos con ellos.
No se trata de ser padres perfectos, sino de ser suficientemente presentes. De reconocer que cada niño tiene una forma única de comunicarse, y que nuestra tarea no es interpretar desde nuestros miedos o expectativas, sino aprender a leer su experiencia desde su propio mundo.
Desde Tu Sentido sabemos que ningún comportamiento aparece aislado, sino que siempre habla de una dinámica familiar, de una necesidad que busca resonancia. Tenemos presente que los padres y madres construimos realidad en cada diálogo, en cada forma de nombrar y mirar a nuestros hijos. Por esta razón la invitación es a buscar sentido incluso en lo que parece contradictorio, difícil o sin palabras.
Por eso nace este taller.
Porque a veces, el mayor acto de amor es detenernos a mirar lo que parece invisible, y abrirnos a escuchar con el corazón.
Criar con sentido no es tener todas las respuestas. Es animarse a hacer preguntas más hondas.
¿Te animas a mirar con nuevos ojos?